sábado, 10 de octubre de 2020

Lecturas de la misa del 10 de octubre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


 Sábado 10 de octubre de 2020

Sábado de la 27ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Todos sois hijos de Dios por la fe

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 22-29

Hermanos:

La Escritura presenta al mundo entero prisionero del pecado, para que lo prometido se dé por la fe en Jesucristo a todo el que cree.

Antes de que llegara la fe estábamos prisioneros, custodiados por la ley, esperando que la fe se revelase.

Así, la ley fue nuestro pedagogo hasta que llegara Cristo y Dios nos justificara por la fe.

Una vez que la fe ha llegado, ya no estamos sometidos al pedagogo, porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 104, 2-3. 4-5. 6-7 (R.: 8a)

R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

O bien:

R. Aleluya.

Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R.

Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.

 

Aleluya Lc 11, 28

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios
y la cumplen.


EVANGELIO

Dichoso el vientre que te llevó. Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo:

—«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».

Pero él repuso:

—«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

Palabra del Señor.

 


 REFLEXIÓN:

La verdadera dicha, la verdadera alegría consiste en escuchar la Palabra de Dios y cumplirla, y María es esa gran mujer, que aparte que amamantó a Jesús, escuchó la Palabra de Dios y dejó que se cumpliera en ella esa Palabra. Aprendamos de María, escuchemos y obedezcamos la Palabra de Dios. Un feliz sábado en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.


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