domingo, 30 de agosto de 2020

Lecturas del la misa del 31 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Lunes 31 de agosto de 2020

Lunes de la 22ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Os anuncié el misterio de Cristo crucificado

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 118, 97. 98. 99. 100. 101 (R.: 97a)

R. ¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!

¡Cuánto amo tu voluntad!:
todo el día estoy meditando. R.

Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos,
siempre me acompaña. R.

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. R.

Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes. R.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra. R.

No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R.

 

Aleluya Cf. Lc 4, 18

El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres.

EVANGELIO

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres...
Ningún profeta es bien mirado en su tierra

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30

En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desarrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,
para anunciar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos la vista;

para dar libertad a los oprimidos,
para anunciar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:

—«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.

Y decían:

—«¿No es éste el hijo de José?».

Y Jesús les dijo:

—«Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún».

Y añadió:

—«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio».

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Iniciamos a partir de hoy y hasta el final del tiempo ordinario, la lectura continua del Evangelio de San Lucas, y escuchamos el inicio de la vida pública de Jesús, con la lectura de Él mismo del pasaje del profeta Isaías, el cual es como su plan de trabajo, con lo cual ocasiona en unos admiración y aprobación y en otros reprobación y furia hasta el punto de querer matarlo. Escuchemos a Jesús, sintamos admiración por Él y acojamos sus palabras para nuestro bien y salvación. Un feliz lunes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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sábado, 29 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del domingo 30 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Domingo 30 de agosto de 2020

Domingo de la 22ª semana de Tiempo Ordinario

Ciclo A


 

PRIMERA LECTURA

La Palabra del Señor se volvió oprobio para mí

Lectura del libro de Jeremías 20, 7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir;
me forzaste y me pudiste.

Yo era el hazmerreír todo el día,
todos se burlaban de mí.

Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia»,
proclamando: «Destrucción».

La palabra del Señor se volvió para mí
oprobio y desprecio todo el día.

Me dije: «No me acordaré de él,
no hablaré más en su nombre»;
pero ella era en mis entrañas fuego ardiente,
encerrado en los huesos;

intentaba contenerlo,
y no podía.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.:2b)

R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Presentad vuestros cuerpos como hostia viva

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 1-2

Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable.

Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Cf. Ef 1, 17-18

El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza
a la que nos llama.


EVANGELIO

El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21-27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:

—«¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte».

Jesús se volvió y dijo a Pedro:

—«Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios».

Entonces dijo a sus discípulos:

—«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.

¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?

¿O qué podrá dar para recobrarla?

Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

El domingo pasado escuchábamos la profesión de fe de Pedro al declarar que Jesús es el Mesías, hoy el mismo Jesús explica en qué consiste su mesianismo, esto no le pareció nada grato al mismo Pedro y quiso apartarlo de su camino, con lo cual recibe de respuesta una reprimenda con una frase muy fuerte de parte de Jesús:  "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.", recibir esa respuesta después de haberlo alabado, debió haber sido duro para Pedro, pero esta misma actitud la podemos tener nosotros, ser alabados por Jesús por nuestras actitudes y después por estas mismas, por pensar como los hombres y no como Dios, ser reprobados por Él mismo, además nos dice cómo es que tenemos que actuar: negándonos a nosotros mismos, tomando la cruz y seguirlo a Él. Pidámosle al Espíritu Santo a tener los pensamientos de Dios y poder seguirlo. Un feliz domingo en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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jueves, 27 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del 28 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Viernes 28 de agosto de 2020

Viernes de la 21ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los hombres,
pero para los llamados a Cristo, sabiduría de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 17-25

Hermanos:

No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.

El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación —para nosotros— es fuerza de Dios.

Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces».

¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo?

Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes.

Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo —judíos o griegos—, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 32, 1-2. 4-5. 10ab y 11 (R.: 5b)

R. La misericordia del Señor llena la tierra.

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R.

 

Aleluya Lc 21, 36

Estad siempre despiertos,
pidiendo fuerza para manteneros en pie
ante el Hijo del hombre.


EVANGELIO

¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

—«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas.

Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

"¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!".

Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las sensatas:

"Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas".

Pero las sensatas contestaron:

"Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis".

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:

"Señor, señor, ábrenos".

Pero él respondió:

"Os lo aseguro: no os conozco".

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Seguimos con el discurso escatológico, y con el tema de estar en vela, de estar despiertos y preparados para la venida del esposo, la venida del Señor, que no nos coja dormidos y con el aceite agotado, con la fe agotada y adormecida, sin luz y permaneciendo en la oscuridad y alejados del Señor. Estemos preparados, capaces de estar despiertos y en la luz de Cristo. Un feliz viernes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero. 

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martes, 25 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del 25 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio

Martes 25 de agosto de 2020

Martes de la 21ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Conservad las tradiciones que habéis aprendido

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima.

Que nadie en modo alguno os desoriente.

Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.

Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 95, 10. 11-12a. 12b-13 (R.: 13ab)

R. Llega el Señor a regir la tierra

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R.

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

 

Aleluya Hb 4, 12

La palabra de Dios es viva y eficaz;
juzga los deseos e intenciones del corazón.


EVANGELIO

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:

—«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.

¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».

Palabra del Señor.


  REFLEXIÓN:

En este texto, vemos la indignación de Jesús por la hipocresía de los escribas y fariseos, que prefieren ocultarse en lo exterior, siendo que su interior está lleno de maldades, robos y desenfrenos, olvidándose de la verdad, el amor, la misericordia y el perdón. No seamos hipócritas, que nuestro exterior sea reflejo de nuestro interior. Un feliz martes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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sábado, 22 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del 23 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio

Domingo 23 de agosto de 2020

Domingo de la 21ª semana de Tiempo Ordinario

Ciclo A


 

PRIMERA LECTURA

Colgaré de su hombro la llave del palacio de David

Lectura del libro de Isaías 22, 19-23

Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:

«Te echaré de tu puesto, 
te destituiré de tu cargo.

Aquel día, llamaré a mi siervo,
a Eliacín, hijo de Elcías:

le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda,
le daré tus poderes;

será padre para los habitantes de Jerusalén,
para el pueblo de Judá.

Colgaré de su hombro la llave del palacio de David:
lo que él abra nadie lo cerrará,
lo que él cierre nadie lo abrirá.

Lo hincaré como un clavo en sitio firme,

dará un trono glorioso a la casa paterna».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc (R.: 8bc)

R. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R.

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Él es el origen, guía y meta del universo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!

¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva?

Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Mt 16, 18

Tú eres Pedro,
y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará.


EVANGELIO

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

—«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

—«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

—«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

—«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

—«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Una pregunta salida de Jesús ¿Quién es él?, una pregunta para nosotros hoy en día y de acuerdo con la respuesta que demos, así será nuestra fe, así será de la manera que nos dirijamos a Él, así será la manera que lo amamos. Para ti ¿quién es Jesús? Un feliz domingo en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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jueves, 20 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del 21 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio

Viernes 21 de agosto de 2020

Viernes de la 20ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Huesos secos, escuchad la palabra del Señor.
Os haré salir de vuestros sepulcros, casa de Israel

Lectura de la profecía de Ezequiel 37, 1-14

En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí y, con su Espíritu, el Señor me sacó y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y vueltas en torno a ellos: eran innumerables sobre la superficie del valle y estaban completamente secos.

Me preguntó:

—«Hijo de Adán, ¿podrán revivir estos huesos?».

Yo respondí:

—«Señor, tú lo sabes».

Él me dijo:

—«Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: "¡Huesos secos, escuchad la palabra del Señor! Así dice el Señor a estos huesos: Yo mismo traeré sobre vosotros espíritu, y viviréis. Pondré sobre vosotros tendones, haré crecer sobre vosotros carne, extenderé sobre vosotros piel, os infundiré espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy el Señor"».

Y profeticé como me había ordenado y, a la voz de mi oráculo, hubo un estrépito, y los huesos se juntaron hueso con hueso. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la carne había crecido, y la piel los recubría; pero no tenían espíritu.

Entonces me dijo:

—«Conjura al espíritu, conjura, hijo de Adán, y di al espíritu: "Así dice el Señor: De los cuatro vientos ven, espíritu, y sopla sobre estos muertos para que vivan"».

Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu, y revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud innumerable.

Y me dijo:

—«Hijo de Adán, estos huesos son la entera casa de Israel, que dice: "Nuestros huesos están secos, nuestra esperanza ha perecido, estamos destrozados". Por eso, profetiza y diles: "Así dice el Señor: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago"».

Oráculo del Señor.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 106, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 1)

R. Dad gracias al Señor,
porque es eterna su misericordia.

O bien:

R. Aleluya.

Que lo confiesen los redimidos por el Señor,
los que él rescató de la mano del enemigo,
los que reunió de todos los países:
norte y sur, oriente y occidente. R.

Erraban por un desierto solitario,
no encontraban el camino de ciudad habitada;
pasaban hambre y sed,
se les iba agotando la vida. R.

Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.
Los guió por un camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitada. R.

Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.
Calmó el ansia de los sedientos,
y a los hambrientos los colmó de bienes. R.

 

Aleluya Sal 24, 4b. 5a

Dios mío, instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad.


EVANGELIO

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:

—«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».

Él le dijo:

—«"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser".

Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Los 2 mandamientos que sostienen todo tratan sobre el amor, el amor a Dios, a uno mismo y al prójimo. Qué tan importante es que entre nosotros se viva el amor, cesarían tantas guerras, tantos odios, tantas violencias y se viviría la misericordia y el perdón. Dejemos que sea el amor que domine nuestras vidas. Un feliz viernes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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miércoles, 19 de agosto de 2020

Lecturas de la misa del 20 de agosto de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio

Jueves 20 de agosto de 2020

Jueves de la 20ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu

Lectura de la profecía de Ezequiel 36, 23-28

Así dice el Señor:

«Mostraré la santidad de mi nombre grande,
profanado entre los gentiles, 
que vosotros habéis profanado en medio de ellos;

y conocerán los gentiles que yo soy el Señor
—oráculo del Señor—,
cuando les haga ver mi santidad al castigaros.

Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países, 
y os llevaré a vuestra tierra.

Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:

de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar.

Y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;

arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.

Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.

Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo,
y yo seré vuestro Dios».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 50, 12-13. 14-15. 18-19 (R.: Ez 36, 25)

R. Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará de todas vuestras inmundicias.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R.

Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R.

 

Aleluya Cf. Sal 94, 8ab

No endurezcáis hoy vuestro corazón;
escuchad la voz del Señor.


EVANGELIO

A todos los que encontréis, convidadlos a la boda

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

—«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran:

"Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda".

Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos.

El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:

"La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda".

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

"Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?".

El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros:

"Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes".

Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Muchos son los llamados y pocos son los escogidos, y son pocos ya que muchos no aceptan el llamado del Señor, no se acepta el llamado a la salvación, el llamado a la misericordia, el llamado al perdón, el llamado a la reconciliación, el llamado al servicio, ya que tristemente cada cual quiere buscar sus propios intereses y descuidando lo que Dios nos invita a vivir. Escuchemos el llamado del Señor y sigámoslo. Un feliz jueves en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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Lecturas de la misa del 19 de agosto y pequeña reflexión del Evangelio


Miércoles 19 de agosto de 2020 

Miércoles de la 20ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar

Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 1-11

Me vino esta palabra del Señor:

—«Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza, diciéndoles: "¡Pastores!, esto dice el Señor:

 

¡Ay de los pastores de Israel
que se apacientan a sí mismos!

¿No son las ovejas
lo que tienen que apacentar los pastores?

Os coméis su enjundia,
os vestís con su lana;

matáis las más gordas,
y las ovejas no las apacentáis.

No fortalecéis a las débiles,
ni curáis a las enfermas,
ni vendáis a las heridas;

no recogéis a las descarriadas,
ni buscáis las perdidas,
y maltratáis brutalmente a las fuertes.

Al no tener pastor, se desperdigaron
y fueron pasto de las fieras del campo.

Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo
por montes y altos cerros;

mis ovejas se dispersaron por toda la tierra,
sin que nadie las buscase, siguiendo su rastro.

Por eso, pastores,
escuchad la palabra del Señor:

'¡Lo juro por mi vida! —oráculo del Señor—.

Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto
de las fieras del campo, por falta de pastor;

pues los pastores no las cuidaban,
los pastores se apacentaban a sí mismos;

por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:

Así dice el Señor:

Me voy a enfrentar con los pastores;
les reclamaré mis ovejas,

los quitaré de pastores de mis ovejas,
para que dejen de apacentarse a sí mismos
los pastores;

libraré a mis ovejas de sus fauces,
para que no sean su manjar'".

Así dice el Señor Dios:

"Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas,
siguiendo su rastro"».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 1)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

 

Aleluya Hb 4, 12

La palabra de Dios es viva y eficaz;
juzga los deseos e intenciones del corazón.

 

EVANGELIO

¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

—«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:

"Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido".

Ellos fueron.

Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.

Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:

"¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?".

Le respondieron:

"Nadie nos ha contratado".

Él les dijo:

"Id también vosotros a mi viña".

Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz:

"Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros".

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.

Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:

"Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno".

Él replicó a uno de ellos:

"Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?".

Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos».

Palabra del Señor.

 


 REFLEXIÓN:

La misericordia del Señor es grande y la salvación  la puede conseguir tanto aquel que lleva mucho tiempo con el Señor, como aquel otro que hasta ahora lo puede conocer y se convierte a Él, y no por eso los de más tiempo con Jesús deben reprochar o hasta aborrecer a los "nuevos", el trabajo que se haga por Él sin importar el tiempo, debe realizarse con ahínco, con amor, con entrega, con esfuerzo. Un feliz miércoles en cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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