lunes, 14 de septiembre de 2020

Lecturas de la misa del 15 de septiembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Martes 15 de septiembre de 2020

15 de septiembre

Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

Memoria


El evangelio de esta memoria es propio

 

PRIMERA LECTURA

Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado.

Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial Salmo 30, 2-3a. 3b-4. 5-6. 15-16. 20 (R.: 17b)

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí. R.

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R.

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. R.

Pero yo confío en ti, Señor, te digo:
«Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R.

Qué bondad tan grande,
Señor, reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos. R.

 

SECUENCIA

 

Esta secuencia es potestativa, y puede decirse entera o en forma abreviada, desde las palabras: "Y, porque a amarle me anime"

 

La Madre piadosa estaba

junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.

 

Aleluya

Feliz la Virgen María,
que, sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor.

 

EVANGELIO

Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena

Cruz Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:

—«Mujer, ahí tienes a tu hijo».

Luego, dijo al discípulo:

—«Ahí tienes a tu madre».

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor.

 

O bien:

 

A ti, una espada te traspasará el alma

cruz Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la madre de Jesús estaban admirados por lo que se decía del niño.

Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre:

—«Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Celebramos hoy la memoria de Nuestra Señora de los Dolores, el dolor de una madre que trajo a su Hijo a este mundo para salvarnos y verlo a Él en la cruz, debió ser muy doloroso para ella, viendo cómo le entregaba un hijo nuevo y después recibiéndolo en su brazos muerto, aún así con todo esto María mostró fortaleza y esperanza, de la cual debemos aprender de ella, del dolor salir fortalecidos sin perder nunca la esperanza. Un  feliz martes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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