viernes, 20 de enero de 2017


SÁBADO 21 DE ENERO DE 2017
SANTA INÉS, VIRGEN Y MARTIR, MEMORIA OBLIGATORIA
II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA

Hebreos 9,2-3.11-14:

Hermanos: De hecho se construyó un tabernáculo, el primero, donde estaban el candelabro, la mesa y los panes presentados -éste se llama "el santo"-, y detrás de la segunda cortina el tabernáculo llamado "el santísimo".
Pero Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
         Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:
La entrega, el sacrificio de Cristo es my grande, su derramamiento de sangre, mayor que el de cualquier animal, su sangre para liberarnos y purificarnos para llevarnos al Dios vivo. P. William Cano Quintero.

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SALMO RESPONSORIAL

Salmo 47 (46), 2-3. 6-7. 8-9:

R/. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro rey, tocad. R/.

Porque el Señor es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

REFLEXIÓN:
Este salmo es una alabanza al poder y protección de Dios, por ello debemos siempre alabarle por todo lo hace a nuestro favor. P. William Cano Quintero.

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EVANGELIO

Marcos 3,20-21:

En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
           Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
Vemos en este Evangelio dos contrastes, el primero, la gente que lo busca, el segundo, su familia que lo trata como si estuviera loco. El querer entregarse, el querer estar con la gente, el querer sanar, para muchos es una locura, es la locura del amor de Jesús. Dejemos que su locura nos llene. Un feliz sábado en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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