miércoles, 11 de enero de 2017


JUEVES 12 DE ENERO DE 2017
I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA

Hebreos 3,7-14:

Hermanos: Como dice el Espíritu Santo: "Si escucháis hoy su voz, no endurezcáis el corazón, como cuando la rebelión, cuando la prueba del desierto, donde me pusieron a prueba vuestros padres y me tentaron, a pesar de haber visto mis obras durante cuarenta años; por eso me indigné contra aquella generación, y dije: "Siempre tienen el corazón extraviado; no han conocido mis caminos, por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso.""
¡Atención, hermanos! Que ninguno de vosotros tenga un corazón malo e incrédulo, que lo lleve a desertar del Dios vivo. Animaos, por el contrario, los unos a los otros, día tras día, mientras dure este "hoy", para que ninguno de vosotros se endurezca, engañado por el pecado. En efecto, somos participes de Cristo, si conservamos firme hasta el final la actitud del principio.
          Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:
La invitación es clara: No tener duro nuestro corazón, no tenerlo ni malo ni incrédulo, para no tener que caer en el pecado ni mucho menos para desertar de Dios, mantengámonos firmes en la fe en Cristo Jesús para nuestro bien. P. William Cano Quintero.

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SALMO RESPONSORIAL

Salmo 95 (94), 6-7. 8-9. 10-11:

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón»

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,
aunque habían visto mis obras.» R/.

«Durante cuarenta años aquella generación me asqueó,
y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso."» R/.

REFLEXIÓN:
Este salmo pide que nos dejemos guiar por el Señor, que no seamos capaces de endurecer nuestro corazón, de no hacerle caso al Señor o peor, de tentarlo, porque dudamos de Él. Creámosle para nuestro bien. P. William Cano Quintero.

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EVANGELIO

Marcos 1,40-45:

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme." Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero: queda limpio." La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: "No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés." Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.
          Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
Dos actitudes que vemos en este leproso que se acerca al Señor, la primera, su humildad, le pide al Señor que actúe en él si quiere, la segunda, no puede quedarse callado, aunque el Señor se lo había pedido, de anunciar su gozo y alegría por lo que Jesús quiso en él. Acerquémonos al Señor con humildad y evangelizamos con gestor testimonio el amor y la misericordia de Jesús para con nosotros. P. William Cano Quintero.

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