sábado, 21 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 22 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


 Domingo 22 de noviembre de 2020

Domingo de la 34ª semana de Tiempo Ordinario

Jesucristo, Rey del Universo 

Ciclo A


 

PRIMERA LECTURA

A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja

Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12. 15-17

Así dice el Señor Dios:

«Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, 
siguiendo su rastro.

Como sigue el pastor el rastro de su rebaño,
cuando las ovejas se le dispersan,

así seguiré yo el rastro de mis ovejas
y las libraré,

sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron
un día de oscuridad y nubarrones.

Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear 
—oráculo del Señor Dios—.

Buscaré las ovejas perdidas,
recogeré a las descarriadas;

vendaré a las heridas;
curaré a las enfermas:

a las gordas y fuertes las guardaré
y las apacentaré como es debido.

Y a vosotras, mis ovejas,
así dice el Señor:

Voy a juzgar entre oveja y oveja,
entre carnero y macho cabrío».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: 22, 1-2a. 2b-3. 5-6 (R.: 1)

S. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R.

Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28

Hermanos:

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.

Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.

Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.

Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte.

Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.

Y así Dios lo será todo para todos.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Mc 11, 9b-10a

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.


EVANGELIO

Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme".

Entonces los justos le contestarán:

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?".

Y el rey les dirá:

"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis".

Y entonces dirá a los de su izquierda:

"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis".

Entonces también éstos contestarán:

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?".

Y él replicará:

"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo".

Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

Palabra del Señor.

 


 REFLEXIÓN:

¿Qué frase crees que te dirán el día del juicio final: vengan benditos o apártense malditos? ¿Cuál quieres escuchar? La primera enviará a los justos a la vida eterna, la segunda al castigo eterno y para tener la salvación se conseguirá siendo misericordioso, viviendo y haciendo las obras de misericordia. Un feliz domingo en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.


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lunes, 16 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 17 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Martes 17 de noviembre de 2020

Santa Isabel de Hungría, Viuda.- 

Su padre era rey de Hungría y fue hermano de Santa Eduvigis. Nacida en 1207, vivió en la tierra solamente 24 años, siendo canonizada apenas cuatro años después de su muerte.

La Iglesia Católica ha visto en ella un modelo admirable de donación completa de sus bienes y de la vida entera a favor de los pobres y de los enfermos.

Cuando sólo tenía veinte años y su hijo menor estaba recién nacido, el esposo murió luchando en las Cruzadas. La Santa estuvo a punto de sucumbir a la desesperanza, pero luego aceptó la voluntad de Dios.

Renunció a propuestas que le hacían para nuevos matrimonios y decidió que el resto de su existencia sería para vivirla totalmente pobre. Dedicándose a los más necesitados, daba de comer diariamente a 900 de ellos en el castillo.

Una tarde , después de las ceremonias, cuando ya habían quitado los manteles a los altares, la Santa se arrodilló y delante de varios religiosos, hizo voto de renunciar a todos sus bienes.

Quería vivir totalmente pobre como San Francisco de Asís hasta el final de sus días, ocupándose por completo en ayudar a los más desvalidos. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana.

Cuando apenas iba a cumplir 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad.

Los milagros que sucedieron en su sepulcro, movieron al Sumo Pontífice a declararla Santa cuando solamente habían pasado cuatro años de su muerte.

Además, Santa Isabel de Hungría fue declarada Patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

Martes de la 33ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Si alguien me abre, entraré y comeremos juntos

Lectura del libro del Apocalipsis 3, 1-6. 14-22

Yo, Juan, oí cómo el Señor me decía:

«Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe así:

"Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Ponte en vela, reanima lo que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras perfectas a los ojos de mi Dios. Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Ahí en Sardes tienes unos cuantos que no han manchado su ropa; ésos irán conmigo vestidos de blanco, pues se lo merecen.

El que salga vencedor se vestirá todo de blanco, y no borraré su nombre del libro de la vida, pues ante mi Padre y ante sus ángeles reconoceré su nombre. Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las Iglesias".

Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe así:

"Habla el Amén, el testigo fidedigno y veraz, el principio de la creación de Dios: Conozco tus obras, y no eres frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente, pero como estás tibio y no eres frío ni caliente, voy a escupirte de mi boca. Tú dices: 'Soy rico, tengo reservas y nada me falta'. Aunque no lo sepas, eres desventurado y miserable, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro refinado en el fuego, y así serás rico; y un vestido blanco, para ponértelo y que no se vea tu vergonzosa desnudez; y colirio para untártelo en los ojos y ver.

A los que yo amo los reprendo y los corrijo. Sé ferviente y arrepiéntete. Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre, entraré y comeremos juntos.

Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí; lo mismo que yo, cuando vencí, me senté en el trono de mi Padre, junto a él. Quien tenga oídos, oiga la que dice el Espíritu a las Iglesias"».

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5 (R.: Ap 3, 21)

R. Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí.

El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R.

El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R.

El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R.

 

Aleluya 1Jn 4, 10b

Dios nos amó y nos envió a su Hijo
como víctima de propiciación por nuestros pecados.


EVANGELIO

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.

Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió en una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:

—«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa».

Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:

—«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».

Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:

—«Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más».

Jesús le contestó:

—«Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.

Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Dios es capaz de mirar nuestras grandezas, no como las ve el mundo, sino a través de nuestro corazón, con nuestro perdón y misericordia, cuando somos capaces de recocer nuestros errores, pecados y fallos, es así que somos grandes y más aún cuando somos capaces de resarcirlos hacia nuestro prójimo y más hacia aquellos que habíamos traicionado, ofendido o les habíamos hecho algún daño. Un feliz martes en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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sábado, 14 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 15 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Domingo 15 de noviembre de 2020

Domingo de la 33ª semana de Tiempo Ordinario

Ciclo A


 

PRIMERA LECTURA

Trabaja con la destreza de sus manos

Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
Vale mucho más que las perlas.

Su marido se fía de ella,
y no le faltan riquezas.

Le trae ganancias y no pérdidas
todos los días de su vida.

Adquiere lana y lino,
los trabaja con la destreza de sus manos.

Extiende la mano hacia el huso,
y sostiene con la palma de rueca.

Abre sus manos al necesitado
y extiende el brazo al pobre.

Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura,
la que teme al Señor merece alabanza.

Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 127, 1-2. 3. 4-5 (R.: 1a)

R. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Que el día del Señor no os sorprenda como un ladrón

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6

En lo referente al tiempo y las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba.

Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar.

Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas.

Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.

Palabra de Dios.

 

Aleluya Jn 15, 4a. 5b

Permaneced en mí, y yo en vosotros
—dice el Señor—;
el que permanece en mí da fruto abundante.


EVANGELIO

Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

—«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad; luego se marchó.

El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.

En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.

Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:

"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".

Su señor le dijo:

"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor".

Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:

"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos".

Su señor le dijo:

"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor".

Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:

"Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".

El señor le respondió:

"Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes"».

Palabra del Señor.

 

O bien más breve:

 

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 14-15. 19-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

—«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad; luego se marchó.

Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.

Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:

"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".

Su señor le dijo:

"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor"».

Palabra del Señor.

 


  REFLEXIÓN:

Escuchamos la parábola de los talentos, un hombre que dejó sus bienes a unas personas de acuerdo con sus capacidades, los cuales, dos de ellos fueron fieles y cumplidores y el otro infiel y temeroso de su amo y sí mismo, cada uno puesto en prueba para dar un fruto, dado un tesoro a cuidar, ese tesoro es tu vida, el prójimo, tu fe ¿este año has dado fruto en ello, lo has cuidado o descuidado? ¿has sabido administrar lo que Dios te ha dado? Un feliz domingo en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero

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viernes, 13 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 14 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


 Sábado 14 de noviembre de 2020

Sábado de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Debemos sostener a los hermanos, cooperando así en la propagación de la verdad

Lectura de la tercera carta del apóstol san Juan 5-8

Querido amigo Gayo, te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí. Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece; ellos se pusieron en camino para trabajar por él sin aceptar nada de los gentiles. Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 111, 1-2. 3-4. 5-6 (R.: 1a)

R. Dichoso quien teme al Señor.

O bien:

R. Aleluya.

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R.

 

Aleluya Cf. 2Ts 2, 14

Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


EVANGELIO

Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:

—«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:

"Hazme justicia frente a mi adversario".

Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:

"Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara"».

Y el Señor añadió:

—«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

Palabra del Señor.


 REFLEXIÓN:

La insistencia en la oración demuestra la fe que tenemos, hoy nos pide el Señor que seamos insistentes, que no nos cansemos de orar, la fe nos hace confiar en Dios y por eso oramos y pedimos que nos conceda lo que necesitamos, lo que queramos, y para conseguirlo necesitamos orar con fervor y confianza sin desfallecer. Un feliz sábado en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.


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miércoles, 11 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 12 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


 Jueves 12 de noviembre de 2020

San Josafat de Lituania, Mártir.- 

La nación de Lituania es ahora de gran mayoría católica. Pero, en un tiempo en ese país, la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos, que no obedecen al Sumo Pontífice.

Y la conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat. Mas, tuvo que derramar su sangre para conseguir que su país aceptara el catolicismo.

En 1595 los principales jefes religiosos ortodoxos de Lituania, propusieron unirse a la Iglesia Católica de Roma. Sin embargo, los más fanáticos ortodoxos se habían opuesto violentamente, produciéndose muchos desórdenes callejeros.

Ahora llegaba al Convento el que más iba a trabajar y a sacrificarse por obtener que su nación se pasara a la Iglesia Católica.

Cuando sus enemigos se lanzaron contra él, lo atravesaron de un lanzazo, le pegaron un balazo, arrastraron su cuerpo por las calles de la ciudad y lo echaron al río Divina. Era el 12 de noviembre de 1623.

Meses después, los verdugos se convirtieron a la fe católica y pidieron perdón por su terrible crimen.

El Papa ha declarado a San Josafat, Patrono de los que trabajan por la unión de los cristianos. "La sangre de los Mártires es semilla de nuevos cristianos", como dijo Tertuliano.


Jueves de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano querido

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón 7-20

Querido hermano:

Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos.

Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas.

Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano.

Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10 (R.: 5a)

R. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.

O bien:

R. Aleluya.

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

 

Aleluya Jn 15, 5

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
—dice el Señor—;
el que permanece en mí y yo en él,
ése da fruto abundante.


EVANGELIO

El reino de Dios está dentro de vosotros

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó:

—«El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros».

Dijo a sus discípulos:

—«Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis.

Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.

Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación».

Palabra del Señor.

 


 REFLEXIÓN:

Por más que queramos cosas espectaculares, así no actúa el Reino de Dios, es desde la sencillez, desde nuestros corazones que se va creando, a imagen del Corazón de Jesús, un corazón que se entrega por amor y ese amor va creciendo e incluso e capaz de dar la vida, como lo hizo Jesús dando su vida en la cruz, es así como se va construyendo ese Reino acá en esta vida. Dejemos que crezca en nosotros. Un feliz jueves en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.


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martes, 10 de noviembre de 2020

Lecturas de la misa del 11 de noviembre de 2020 y pequeña reflexión del Evangelio


Miércoles 11 de noviembre de 2020

Miércoles de la 32ª semana de Tiempo Ordinario

Años pares


 

PRIMERA LECTURA

Íbamos fuera de camino, pero según su propia misericordia nos ha salvado

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito 3, 1-7

Querido hermano:

Recuérdales que se sometan al gobierno y a las autoridades, que los obedezcan, que estén dispuestos a toda forma de obra buena, sin insultar ni buscar riñas; sean condescendientes y amables con todo el mundo.

Porque antes también nosotros, con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. Mas cuando ha aparecido la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor al hombre, no por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado: con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.

Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial: Salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6 (R.: 1)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

 

Aleluya 1Ts 5, 18

Dad gracias en toda ocasión:
ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús
respecto de vosotros.

EVANGELIO

¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?

 Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 11-19

Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

—«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:

—«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.

Éste era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo:

—«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?».

Y le dijo:

—«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor.

 


 

 REFLEXIÓN:

Una cosa es pedir y otra pedir con fe y ser agradecido, se puede pedir la sanación y quedar sano, pero también se puede pedir la sanación con fe y con esa misma fe ser sanado y salvo. La fe nos hace conseguir lo que pedimos al Señor y además nos puede dar la salvación. Cuando pides al Señor ¿pides con fe? Un feliz miércoles en Cristo Jesús. P. William Cano Quintero.

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